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Nombre: Marcela Nangarí Varas
Ubicación: Chile

Mi mayor interés es hacer trabajos y cosas que traigan valor a mi vida y a la vez yo pueda hacer lo mismo por los demás.

domingo, enero 21, 2007

LOS SILENCIOSOS PELIGROS QUE ENCIERRA LA GRASA ABDOMINAL

La cintura es un fuerte indicador de riesgo cardíaco, arterial y cerebral. La grasa de esta zona secreta hormonas que afectan órganos esenciales del cuerpo.

Desde que cumplí los cuarenta, comencé a tener preocupaciones
relacionadas con ese rango, ya que era inevitable reconocer que el cuerpo sufría desgaste, a pesar de lo muy naturista que pueda ser mi alimentación el proceso continúa y se hace notar. Una de las mayores afirmaciones que tengo es el aumento de mi contorno de cintura producido por un rollo que jamás había tenido. Es por eso que he seguido algunos de los consejos de la nota de Tendencias de la Tercera escrita por Débora Gutiérrez y que deseo compartir con ustedes. Yo ya me puse en campaña para eliminarlo y estoy caminando todos los días en la costanera junto al mar ......lo que ha resultado ser además, una grata distracción en estas calurosas noches de verano........así es que alguno de ustedes se anima, nos encontramos por ahí.

Desde los años 40 que el estudio de la acumulación de grasa en el cuerpo atrae la atención de los científicos. El médico francés Jean Vague describió dos siluetas hasta ahora usadas para graficar los tipos de gordura: el perfil de pera y el de manzana. A partir de los 90 se descubrió, además, que el tejido adiposo no es sólo acumulación de grasa, sino que era capaz de producir cientos de hormonas que influyen en órganos esenciales del cuerpo humano.
Hoy, el foco de atención es la llamada gordura centrípeta, es decir, la acumulación de grasa visceral que se sabe es perniciosa para la salud y que constituye un poderoso indicador de riesgo cardiovascular. En lenguaje popular, esta grasa es llamada "neumáticos" o "rollos", pero quienes tienen exceso de ella deben tomar medidas urgentes.

Según Karin Papapietro, nutrióloga y jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital Clínico de la U. de Chile, "los patrones de obesidad han cambiado y es preocupante que sea la centrípeta la que más aumenta en hombres y mujeres". Estas últimas deben tomar aún mayores precauciones en la menopausia, cuando ocurre un aumento natural de peso.

Tejido riesgoso
¿Por qué es más peligrosa?
Los estudios indican que la composición de la grasa visceral -que se acumula dentro del abdomen y envuelve el intestino- y su función son diferentes a la que realiza la grasa de otras partes del cuerpo.

"Hoy se sabe que la adiposidad intraabdominal secreta hormonas que desencadenan eventos perniciosos en el organismo", dice el doctor Jaime Díaz, nutriólogo de la Clínica Santa María y académico de la U. de Chile.
Uno de ellos es que aumenta la acumulación de células adiposas y reduce la producción de una sustancia llamada adiponectina, que protege contra la diabetes haciendo que el trabajo de la insulina sea eficiente: cuando esta sustancia falta, se produce resistencia a la insulina y otros estados prediabéticos.

"Al disminuir esta vital hormona el hígado produce sustancias inflamatorias que han sido relacionadas con la artritis reumatoidea. Es por ello que el estudio mundial Interheart de 2004 incluyó la obesidad abdominal dentro de los nueve factores que desencadenan un infarto cerebral, arterial o cardiovascular", explica Sonia Kunstmann, jefa del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Las Condes.

Riesgo cardiovascular
La obesidad abdominal aumenta el colesterol y el riesgo de que se formen trombos o coágulos.

"Según los resultados preliminares del estudio de riesgo cardiovascular Ricar 2005 -que involucra a 12 mil pacientes del país-, en Chile el 35% de la gente sana tiene una cintura alterada", asegura la doctora Kunstmann.
La fórmula usada para saber si tiene exceso de grasa abdominal es simple: la huincha de medir. Si bien una tomografía computarizada es la evaluación precisa, medir la cintura es más accesible. Para Latinoamérica, los valores cambiaron hace sólo tres meses: sobre 80 cm para las mujeres y 95 para los hombres se considera peligroso.

Los tres hitos para combatir la obesidad
La dieta
La nutrióloga Karin Papapietro indica que aunque no existen alimentos específicos que eviten la acumulación de grasa visceral, una dieta con mucha fibra, fruta, verduras, menos grasas saturadas y de origen animal, ayuda a perder peso. Diversos estudios médicos indican que la reducción, por ejemplo, de 8,5 centímetros en la cintura significa una pérdida de grasa visceral que va de 20% a 40%.

El valor del ejercicio
Un estudio en EE.UU. con mujeres de 50 a 74 años mostró que se puede eliminar el seis por ciento de la grasa abdominal caminando cinco veces por semana en un plazo de un año. Los abdominales no combaten la grasa visceral.

Uso de medicamentos
Se suelen usar anorexígenos, que reducen el apetito y aumentan la sensación de saciedad, y Xenical, un inhibidor de la absorción de la grasa. Sin embargo, la gran promesa en la lucha contra la obesidad es rimonabant, fármaco que se espera llegue a Chile a fines de 2006.
Esta droga actúa a nivel cerebral, sobre un sistema relacionado con las sensaciones de placer y saciedad. En relación con el apetito, aumenta la saciedad y la producción de adiponectina, hormona que quema grasa, mejora el trabajo de la insulina e inhibe la acumulación de adipocitos, dice la doctora Sonia Kunstmann.
Esta misma droga ha mostrado ser exitosa en el tratamiento de la adicción al cigarrillo, la cual es similar al del ansia por comidas grasas.